Hace casi 21 años, la supercomputadora Deep Blue de IBM le ganó un juego al entonces campeón mundial de ajedrez Gary Kasparov; lo que se denominó como el primer triunfo de la Inteligencia Artificial (IA) sobre la humana.
Desde ese momento las computadoras no han dejado de entender, razonar, aprender e interactuar con nosotros, ya sea por medio de la información que les inyectan los programadores o también, por medio de ellas mismas. Auto analizando las variables que contienen, avanzan hacia nuevas formas de estructurar, interpretar y expresar datos, muchos datos… Big Data.
Este proceso se llama Machine Learning, el área de la tecnología que en el caso de Internet, ya está a disposición de las agencias de comunicación digital más vanguardistas como Central Media.
¿Cómo estamos usando las nuevas tecnologías para ofrecer mejores resultados a nuestros clientes?
La palabra clave es Deep Learning o aprendizaje profundo del comportamiento de los usuarios, por medio de las plataformas que nos comparten nuestros socios Facebook, Google, Microsoft, Amazon y más.
Algoritmos de última generación nos permiten obtener muy rápidamente una gran cantidad de datos específicos, con los que determinamos el potencial de compra de grupos de gente y así, definimos cómo, cuándo y cuánto invertir para comunicarnos con ellos.
No solo analizamos lo típico: cuántos clics hizo una persona sobre algún artículo, servicio, enlace, etc. Ahora vemos también sus hábitos de navegación, conocemos sus intereses, analizamos sus compras previas, asignamos un valor a los canales por los que compró, estimamos su poder adquisitivo y encontramos gente con patrones similares, entre otros factores, para desarrollar campañas que pueden tener conversiones de 30% o más.
Por otra parte, la IA ya puede leer miles de páginas web en instantes para arrojarnos información sobre dónde publicar nuestros anuncios, reconoce rostros en imágenes de redes sociales para determinar estados de ánimo, comprende tonos de voz en pláticas telefónicas, interactúa con nosotros en chats, describe nuestros desplazamientos geográficos y analiza muchas variables más, para ofrecerle comunicación muy empática a nuestro target.
Los algoritmos que usa la IA replican la estructura de nuestro sistema nervioso, especialmente las conexiones entre neuronas, de manera que toda la información que obtenemos para planificar una campaña, se ve precedida por un sistema de aprendizaje digital muy parecido al que realiza nuestro cerebro.
¿Quieres ver un ejemplo divertido de cómo aprende la IA? Entra a este enlace de Google.
Hoy más que nunca, el valor de la información se dispara exponencialmente para todo tipo de industria. La IA está en todas partes y avanza hacia aplicaciones ya no tan futuristas. ¿Nanorobots para combatir cáncer? ¿Sensores en la piel para detectar glucosa sin una punción? ¿Control por voz? Ya existe todo esto y mucho más… Y para la mercadotecnia, representa un mundo de soluciones para la creatividad, el engagement y por supuesto, la venta.
Todo esto puede sonar desde prometedor hasta apocalíptico, porque por un lado significa múltiples mejoras en nuestras vidas pero también, se piensa que estamos viviendo el principio de una era dominada por la Inteligencia Artificial que todo lo ve y que puede controlarnos en todos los aspectos. ¡Qué opinas!
